Volverá tal y como vino.

Me preocupa mi relación actual con el amor:
es pavisa, casi inexistente.

A veces me saluda y permanece unos minutos hablando conmigo,
pero pronto se va.

No sé que es peor:
si los llantos y el dolor que me causaba
o la indiferencia y la sensibilidad actual.

Pasé el mono,
pensé que sería peor,
pero no me costó tanto.

Ahora ya no lo necesito,
pero hay veces como esta,
en la que hecho de menos incluso ese sufrimiento,
esos besos inexplicables.

No me acuerdo cuando sentí el amor en un beso,
ni la última persona  de la que me enamoré.

Queda ya muy lejos esos días,
llenos de amor y pasión.

Ahora solo obtengo sucedáneos en cada persona de la que creo  estar enamorada,
besos sin sal, abrazos sin manos y caricias sin dedos.

Otra etapa vivo actualmente,
distinta,  diferente...

Me gusta y mucho,
pero sé que lo mejor,
está por llegar.

Ya huelo a amor a la vuelta de la esquina.